Carlos Cabrera Publicado 2015-01-10 07:57:36
Ya no sé que onda, Ricardo Santos Hernádenz.
Se critica y se niega a las artes visuales producidas en La Frontera por su carencia de aportaciones al avance global de la plástica. Pero esta opinión, si no es del todo falsa, sí es parcial y prejuiciosa.
“Los productos del espíritu humano, igual que los productos de la naturaleza, se explican tan solo por el medio que los rodea” dice acertadamente Hipólito Taine.
La pintura fronteriza se ha dado por si misma, desde la carne y el alma de sus creadores y va dirigida al mismo pueblo del que surge. No se ha preocupado por competir o estar en las modas culturales, sino por expresar la realidad de su medio: como el desierto, el artista fronterizo es austero y produce su obra desde la nada. La soledad existencial y el aislamiento son de su discurso expresivo, y estos factores, se convierten precisamente en el punto de referencia para la conformación de la identidad cultural de los habitantes de la región fronteriza.
La pintura de Ricardo Santos Hernández contiene un elemento trágico, también refleja la hostilidad y agresión de la sociedad actual, pero es en el arte precisamente donde radica la esperanza y la posibilidad de conciliación del hombre con la totalidad de su potencial de crear y amar.
Santos herneandez es un pintor de obsesiones. Su obra ha ido conformando un lenguaje cada vez más expresivo. Su tema es: el hombre frente a la adversidad y el abismo del destino, al cual enfrenta armado con la intuición y el impulse telúrico, con el cual desgarra el velo que oculta nuestro futuro.
Su obra es distintivamente personal y sus figuras humanas tienen un sentido monumental de inconfundible raiz primitiva. Las referencias plásticas y estilísticas de su pintura van desde el expresionismo orozquiano hasta la visceralidad de Francis Bacon, pero en la pintura de Santos Hernández encontramos también la presencia de elementos post-modernos: la revaloración del arte popular. Su factura es incisiva, definida, a veces violenta o gestual (painterly, dirían los críticos gringos). Estos factores contribuyen a darle a sus obras una vida propia y vigorosa, esta es una pintura con poesía legítima, producto de una rica imaginación e inventiva.
La pintura de Santos Hernández logra describir la realidad contemporánea del hombre, cuya característica esencial, a pesar de la hiperinformación del internet, sigue siendo la soledad. Con esto adquiere sentido el caos de nuestro mundo, pero no se trata de un callejón sin salida, también existe en su obra una fuente de pasión y de vida. Ricardo Santos Hernández, pintor de Mesoamérica, también sabe arrancar nuevos soles al silencio de la tela en blanco.
I do not feel my Indio blood anymore any more, Ricardo Santos Hernádenz.
Carlos Cabrera. Estudió pintura y dibujo en la Universidad de Sonora en Hermosillo y enseña pintura y dibujo en la Casa de la Cultura de Nogales, Sonora. Colabora en la revista Nahual.
La obra de Ricardo Santos Hernández se exhibe en la exposición Urban Flashback junto con las esculturas de Alfonso Piloto Nieves en la Galería Prospectus, de Chicago. 1210 W. 18th St., Chicago Illinois.